casa Dulwich

La reforma y ampliación de esta casa victoriana adosada es el resultado de una estrecha colaboración con el cliente para descubrir el potencial del inmueble. El nuevo lenguaje arquitectónico se funde con el antiguo edificio en términos de escala y contexto y proporciona una gran apertura hacia el jardín.

El nuevo volumen que da cabida a la ampliación de la vivienda está en armonía con la distribución original de la planta baja y consigue que el jardín pase a formar parte del interior a través de un espacio bien iluminado. Una serie de lucernarios discretamente integrados en el techo y orientados en la dirección del sol del atardecer, proporcionan una luz difusa que baña y resalta el muro de ladrillo original, pintado en blanco.

Gracias a la eliminación de los tabiques, la apertura de las ventanas y puertas y la introducción de las claraboyas, la vivienda obtiene una distribución coherente con una distribución del espacio de calidad que optimiza el volumen. La extensión que se abre hacia el patio se convierte en un gran marco de acero, como una ventana abocinada que permite que la cocina, el comedor y el salón disfruten del jardín a través de una enorme puerta pivotante.

La escalera se ha transformado en una estantería que disimula el aseo situado bajo los peldaños, combinando piezas de madera lacadas en blanco con otras de roble natural. La conexión visual de todas las estancias junto con el cristal translúcido de la puerta de entrada proporciona una sensación interior diáfana que llena la planta baja de luz natural.

Los acabados interiores, los accesorios y la cuidada selección de materiales crean una atmósfera minimalista y cálida, que refuerza la sensación de conexión entre el interior y el exterior de la vivienda, consiguiendo que la ampliación se extienda visualmente a todo el jardín de la casa.