hospital en la foresta

El edificio combina la rotunda presencia de un edificio público con el suave tratamiento de su fachada permeable, ofreciendo una fachada urbana amable. El paisaje que rodea al edificio adopta un lenguaje más fluido y dinámico, conectando estratégicamente los puntos de acceso, potenciando la accesibilidad del terreno en pendiente, haciendo que la intervención forme parte del tejido urbano y extendiendo el parque a la terraza superior.

La organización interna, muy funcional, se basa en proporcionar un entorno físico seguro y eficiente que promueva el bienestar de pacientes, visitantes y personal.

Los múltiples patios interiores insertados en cada nivel proporcionan ventilación cruzada, luz natural y vistas según las necesidades. El cuidadoso equilibrio entre la masa y el vacío da como resultado un edificio poroso y permeable, como un órgano esponjoso con alvéolos eficientemente conectados con un sistema jerárquico de circulación. El resultado es un edificio con múltiples espacios abiertos y zonas verdes, un entorno acogedor y relajante centrado en la eficiencia de la distribución tanto para el funcionamiento de las zonas públicas como las privadas.

La forma pura y simbólica del edificio se protege con una piel envolvente. Esta fachada exterior de lamas controla la luz solar, facilita el mantenimiento y proporciona un aspecto exterior unificador.

La masa compacta y racional del edificio procede de una disposición funcional optimizada del programa. El esquema se apoya en una retícula estructural coherente que funciona a la perfección con el sótano, las habitaciones tipo y los quirófanos, al tiempo que permite flexibilidad para futuras modificaciones.

El edificio cuenta con dos niveles subterráneos, uno para el aparcamiento y otro para los servicios, los cuartos de instalaciones y los suministros. Este nivel también es accesible desde la calle Victor Babeș, donde se encuentra la zona de urgencias.

La planta baja cuenta con un generoso espacio de doble altura abierto hacia la plaza pública, que funciona como vestíbulo de entrada. En el lado opuesto, una serie de ascensores y escaleras conforman el núcleo del edificio, conectando los niveles en vertical. Las plantas de hospitalización de pacientes dan cabida a los distintos departamentos en torno a un patio central. En cambio, los quirófanos, situados en la última planta, tienen acceso directo al helipuerto de la azotea.

La propuesta está concebida bajo unos principios de diseño sostenible, incluyendo la materialidad, la conexión con la naturaleza, el control de la luz natural, la optimización de la planificación del espacio, la calidad del aire y el consumo de energía.