El nuevo centro de trasplantes está situado en una parcela irregular cerca del hospital universitario existente. El edificio sigue la disposición ortogonal del antiguo complejo, mientras que el diseño urbano mejora la conexión con el paisaje y los múltiples puntos de acceso al solar.
Mientras que el edificio adopta una disposición contenida y muy funcional, convirtiéndose en una forma cúbica pura, el diseño del paisaje utiliza un lenguaje fluido para rellenar las irregularidades de la parcela.
La enorme cantidad de vegetación que rodea el solar oculta el edificio del contexto urbano y proporciona un espacio para los pacientes en conexión con la naturaleza.
El resultado es un edificio con una forma simbólica que se puede explorar a través de múltiples capas de transparencia, un volumen permeable hecho de lamas, vidrio y jardines verticales entrelazados.