El edificio es un volumen sobrio, pero permeable, una caja de aristas suaves envuelta en una piel atractiva y sugerente.
La fachada se mimetiza con la abundante vegetación circundante como si de una gran cabaña en el bosque se tratase. Las lamas verticales de la fachada aumentan su densidad en la parte inferior y se abren a medida que el edificio crece en altura.
La transparencia de la homogénea envolvente permite descubrir la complejidad de su interior, donde los espacios interiores se combinan con grandes patios con vegetación.