Este nuevo edificio público pretende alojar la fundación del pintor chino Xu Beijing en Beijing. La edificación consta de salas de exposiciones, un centro de investigación y aulas educativas.
La parcela se localiza en el norte de la ciudad, próxima al lago Xihai y en una zona rodeada de abundante vegetación. La estrategia del proyecto está condicionada por las características del entorno y el significado con el que se quiere dotar al edificio.
La singularidad de la zona en la que se ubica la fundación permite plantear un elemento que se integre en este contexto. Frente a la infraestructura externa del edificio como continente, se pretende destacar la obra del artista, es decir el contenido del museo. De este modo, la construcción se concibe como un volumen simple, un elemento sobrio y rotundo insertado en un bosque urbano.