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El museo se constituye como un elemento simple pero dinámico, que expresa el espíritu de la obra del artista disponiendo sencillas caras poligonales en su fachada. Los espacios se disponen interiormente en torno a un patio central cubierto.

Luis Aguirre
James Tendayi Matsuku
Liu Xiao Pu
Wenzhen Yi

Superficie: 10885 m2
Lugar: Pekín, China
Cliente: Administración pública

AQSO arquitectos office. El museo se sitúa en un parque urbano con abundante vegetación. La forma del edificio es sencilla, una sobria caja, envuelta en una fachada semitransparente de formas angulosas de metal brillante.

Este nuevo edificio público pretende alojar la fundación del pintor chino Xu Beijing en Beijing. La edificación consta de salas de exposiciones, un centro de investigación y aulas educativas.
La parcela se localiza en el norte de la ciudad, próxima al lago Xihai y en una zona rodeada de abundante vegetación. La estrategia del proyecto está condicionada por las características del entorno y el significado con el que se quiere dotar al edificio.
La singularidad de la zona en la que se ubica la fundación permite plantear un elemento que se integre en este contexto. Frente a la infraestructura externa del edificio como continente, se pretende destacar la obra del artista, es decir el contenido del museo. De este modo, la construcción se concibe como un volumen simple, un elemento sobrio y rotundo insertado en un bosque urbano.

AQSO arquitectos office. El atrio central del edificio es un espacio iluminado por un gran lucernario. La plasticidad de sus muros de hormigón nos recuerda a una cueva natural dominada por las escaleras de acceso al nivel superior.
AQSO arquitectos office. La maqueta de metracrilato permite observar el interior del edificio como si fuese una radiografía. Esta pieza transparente tallada en tres dimensiones con láser muestra las escaleras y el patio interior del edificio.

Estructuralmente el edificio reproduce también la idea conceptual de los contrastes a diferentes escalas. A partir de un sistema reticular de hormigón armado, los forjados se perforan con crujías diagonales en los diferentes pisos para dar cabida al atrio principal.

AQSO arquitectos office. La sección del museo permite apreciar el atrio central de la planta primera, cubierto por el lucernario y las diferentes salas de exposiciones.

La fachada que envuelve el conjunto contrasta con el volumen compacto del edificio y desdibuja la geometría regular con una subestructura poligonal de acero sobre la que se fija la malla metálica exterior. La superposición de las diferentes tramas de cobre forma en el aspecto exterior un efecto vibrante y cálido.
La disposición irregular no sólo enfatiza la geometría enérgica y angular de su envolvente, sino que a la vez refleja, en cierta medida, la disposición interior del museo.