El edificio es un volumen puro, un paralepípedo envuelto en una fachada de metal que aporta transparencia y dinamismo al edificio.
Esta envolvente de formas angulosas, como si fuera un papel arrugado, está formada por una estructura de acero y una malla de latón expandido que refleja la luz de sol.
El resultado es un edificio de aspecto rotundo y dinámico que invita a ser explorado y contrasta entre los árboles del parque urbano donde se sitúa.