El diseño conceptual de esta propuesta para el museo del pintor Xu Beihong pretende crear un volumen puro y rotundo construido a través de una piel compleja, dinámica y llena de matices.
El edificio muestra un contraste entre la geometría pura del volumen y la complejidad de la fachada de acero, formada a partir de ángulos y pliegues, como si hubiera sufrido una deformación que ha aplastado la fachada.