Cada vez es más común que la gente prefiera unir las estancias para cocinar, comer y estar en un solo espacio. Este concepto contemporáneo de salón proporciona un lugar de encuentro, donde la actividad de cocinar es tan placentera como la de comer.
La típica vivienda unifamiliar de estilo victoriano es a menudo muy compartimentada pero con habitaciones pequeñas. Una de las formas más comunes de adaptarla al modo de vida contemporáneo consiste en eliminar particiones y crear un contacto visual entre los espacios.
En esta vivienda las zonas de carácter público se sitúan en la planta baja, por lo que no supone un problema de privacidad unir la cocina, el salón y la zona de trabajo con el jardín posterior. El restultado es una asombrosa sensación de amplitud donde el mobiliario define el uso de cada rincón, creando una atmósfera funcional y acogedora.