El complejo hotelero ha sido cuidadosamente diseñado para que se integre en la naturaleza con el mínimo impacto ambiental. El hotel se concibe como un alojamiento turístico vacacional tranquilo y relajado que invite a las actividades al aire libre, el disfrute del paisaje y la meditación.
Las villas están estratégicamente posicionadas para que desde ellas se pueda percibir el paisaje, pero que el conjunto hotelero no sea visto desde el valle y las montañas cercanas.
Por este motivo la organización urbana del conjunto ofrece un patrón aleatorio y cambiante, y las carreteras que sirven para el mantenimiento de las villas han sido tratadas con un pavimento suave que permite que crezca la vegetación.
El resultado es una arquitectura integrada en el paisaje, que participa de él, se camufla y lo respeta.