El resort utiliza un lenguaje arquitectónico actual para generar una aldea con elementos de la arquitectura veráncula. El aparente desorden de las casas da lugar a calles estrechas, plazas y calles serpenteantes que ascienden las colinas.
La disposición de las villas responde a un patrón geométrico cuyas medias y ángulos garantizan la privacidad y óptima ventilación de las viviendas. Frente a la escala íntima y recogida del tejido urbano, el interior de las villas goza de una generosa calidad espacial, consiguiendo una sensación de comunidad y lujo al mismo tiempo.
El diseño del paisaje sigue el mismo criterio, los jardines triangulares pixelan el terreno de forma gradual de modo que el resort de camufla con la naturaleza.