La planta libre condiciona un uso del espacio donde la circulación es fluida, las estancias se concentran en los puntos focales del paisaje y el mobiliario aporta un uso confortable del amplio salón.
Las escaleras de un sólo tramo contribuyen a crear una sensación de transparencia y limpieza. Constan de una estructura metálica sobre la que se disponen los peldaños de resina. La barandilla está formada por piezas de vidrio laminado que permiten el paso de la luz a través del patio, reforzando el carácter escultórico de su silueta.
El suelo de tarima de madera de roble dispuesto con un patrón de espiga aporta un aspecto acogedor, y cuenta con un sistema de suelo radiante.
El lenguaje formal del exterior, donde predominan las curvas, también se percibe en el diseño de los muebles fijos, como la cocina y el salón. Este espacio, hundido por debajo del nivel del suelo, también se define a través de un techo retranqueado o plafón en el cielo raso, que está iluminado con LED en su perímetro.
El resto del mobiliario complementa el diseño interior luminoso, desenfadado y funcional. Las butacas Morth de Formstelle, la delicada alfombra circular de yute trenzado o los amplios sofás, tapizados con tela de lana y poliéster gris, componen un tono visual de formas suaves y colores neutros.