La vegetación juega un papel importante en el contexto del edificio. El entorno es un vergel fresco y exuberante donde los materiales blancos de la casa contrastan con el verde.
El acceso es una paseo arquitectónica delimitado por grandes losas de hormigón blanco. Este pavimento se funde con los muros curvos de la vivienda en la entrada.
La discreta iluminación indirecta aporta una apariencia mística al espacio, dominado por el cuerpo superior del edificio. Este nivel, que sobresale ligeramente en voladizo, se percibe al final del camino y cuenta con un gran ventanal.
Al atardecer el contraste entre materiales ofrece una imagen nítida de la arquitectura en su contexto natural. La transparencia del vidrio, la textura del revoco de cemento de los muros y las lamas de madera -un material compuesto con resina-, consiguen una composición minimalista con excelentes detalles constructivos.