El salón es un espacio intimo y recogido, que lejos de la vista de los vecinos, permite una inmersión en la naturaleza que rodea la vivienda.
Los muros curvos de la casa, revestidos con mortero blanco contrastan con la calidez de las lamas de madera del piso superior. Las grandes aberturas muestran un interior espacioso y acogedor.
La zona de estar exterior está formada por asientos de hormigón blanco con almohadones impermeables. El foso para la lumbre en el centro consta de un quemador de gas para ofrecer una estufa ecológica, segura y sin humos.