El diseño paramétrico de la fachada, formada por piezas geométricamente diferentes que sin embargo son el resultado de una transformación matemática, exige que éstas sean prefabricadas con precisión.
Los paneles de hormigón negro que formal el armazón o cáscara que encierra el volumen son piezas triangulares de hormigón teñido reforzado con fibra de vidrio. Este material ligero se puede anclar a una estructura de acero, permitiéndo un montaje sencillo de la fachada.
La superficie facetada y curva de la fachada genera un interesante efecto de reflejos y matices gracias al acabado semipulido del hormigón.