La configuración de planta diáfana en las estancias públicas del espacio doméstico permite crear interiores multifuncionales y desenfadados.
Esta vivienda situada en un paisaje natural se concibe como segunda residencia o alojamiento vacacional que permite disfrutar de la naturaleza. El salón es por tanto un espacio social y de encuentro donde disfrutrar de la experiencia de cocinar en compañía de amigos y familia.
La parte posterior de la vivienda, donde se sitúa la puerta de entrada, cuenta con ventanas de cristal translúcido, mientras que el lado opuesto se abre al jardín con grandes ventanales transparentes. De esta forma se consigue un espacio bien iluminado pero manteniendo la privacidad del salón y el jardín, que no se ven desde fuera, pero desde donde se puede apreciar la magnífica vista del paisaje.