Los alzados están diseñados para resaltar las proporciones de la antigua iglesia a la vez que generan una nueva envolvente contemporánea que protege el recinto y yuxtapone un nuevo lenguaje a los restos existentes de la iglesia.
Los trabajos de restauración en el ábside tienen como finalidad consolidar la ruina y mantener los elementos decorativos originales. Se han utilizado diferentes tratamientos, que van desde reconstrucción volumétrica, el cosido del muro, la reposición de piedras, la impermeabilización y la limpieza de restos biológicos.
La cubierta de acero ayuda a resaltar aún más el espacio de la iglesia, a la vez que protege la piedra original y previene su deterioro. Las aberturas en los muros permiten al espectador observar las vistas de las montañas sin ser visto, como si de un refugio se tratase.