La cerámica es un tipo de material inorgánico, no metálico, fabricado a partir de arcilla y otros minerales naturales, que se cuecen a altas temperaturas para producir un material resistente y duradero. La cerámica se ha utilizado como material de construcción durante miles de años y sigue siendo muy utilizada en la actualidad.
Hay varios tipos de cerámica que se utilizan habitualmente en la construcción: ladrillos, tejas y cerámica refractaria. Los ladrillos son bloques rectangulares de arcilla o pizarra que se cuecen en un horno a altas temperaturas. Se utilizan para construir muros, suelos y otros elementos estructurales. Las baldosas y tejas son piezas delgadas y planas de material cerámico que se utilizan para el acabado de superficies, como suelos, paredes y tejados. Las cerámicas refractarias son materiales resistentes a altas temperaturas y se utilizan en aplicaciones como revestimientos de hornos, chimeneas y estufas.
La cerámica es un material de construcción popular porque es fuerte, duradero y resistente al fuego, a la intemperie y al desgaste. También son estéticamente agradables y pueden añadir carácter y calidez a un edificio. La cerámica requiere poco mantenimiento. Sin embargo, puede ser frágil y propensa a agrietarse si se somete a una tensión excesiva.
acabados
La especificación de acabados consiste en el estudio, selección y relación detallada de todos los materiales que componen los detalles finales del proyecto en base a productos comerciales disponibles en el mercado y siguiendo criterios técnicos, funcionales, estéticos y económicos.