El diseño no lo es todo en el proceso creativo. A pesar de su contenido artístico, la arquitectura también puede basarse en valores científicos. Los estudios demuestran que gran parte de los edificios provocan un elevado impacto en las emociones de las personas, lo que lleva a interconectar arquitectura y psicología.
Hay razones por las cuales una visión, un olor o un tacto en particular nos provocan respuestas sensoriales. Los experimentos psicológicos son capaces de medir cómo ciertos factores específicos son desencadenantes e influyen en el bienestar de las personas. Al exponernos a este tipo de desencadenantes psicológicos, nuestra composición genética también afecta a la percepción. Bien reaccionamos alejándonos de las provocaciones con ansiedad y estrés, o nos sentimos atraídos hacia aquellas que provocan sensación de bienestar.
Como individuos, estamos determinados por ciertos paradigmas y antecedentes. Estamos programados para responder automáticamente en función de nuestro mapa mental, hábitos inconscientes y sesgos intuitivos. A medida que estas complejidades se suman, forman un aspecto del comportamiento humano susceptible de cambios conscientes.
Comprender estos estímulos y sus repercusiones es la base de estudio de lo que se denomina Diseño Centrado en el Usuario, UCD de sus siglas en inglés. Los arquitectos junto con los psicólogos, utilizan este conocimiento para proyectar edificios que promuevan este tipo de reciprocidades holísticas.
Nuestro método de trabajo multidisciplinar se basa directamente un proceso lineal de pensar-sentir-actuar, de modo que incorporamos la psicología en nuestro proceso proyectual a fin de ofrecer un diseño que tenga como finalidad la motivación de los usuarios.
Principios Gestalt
La forma en que los humanos percibimos ciertos patrones o formas es la base de la corriente moderna de la psicología de la Gestalt. Nuestros cerebros están conectados para ver la simetría y el equilibrio de un todo unificado, de ahí que seamos capaces de percibir visualmente la unión de todos elementos sincronizadores. Los principios Gestalt se basan en aspectos como semejanza, continuidad, dirección común, proximidad y relación figura-fondo.
En base a estos principios ciertas composiciones tienden a engañar al cerebro con ilusiones ópticas, aspectos que pueden ser tenidos en cuenta por los diseñadores. Los humanos tendemos a elegir el camino que nos supone menos esfuerzo, de este modo cuando se nos presenta una información amplia y compleja, la simplificamos y deconstruimos para obtener un significado de forma directa.
Por ejemplo, al observar la fachada de un edificio desde diferentes ángulos, el lenguaje rítmico de la composición del alzado a menudo representa un equilibrio a través de los elementos consolidados. Las líneas que convergen desde un solo punto de vista crean la ilusión de profundidad y escala. El cerebro alcanza a comprender el sistema visual a través de este tipo de razonamiento deductivo.
Color y espacio
La psicología del color juega un papel vital para despertar las emociones de los usuarios. Creemos que la arquitectura es un acto de comunicación, y el color sin duda es uno de los medios para articular el mensaje.
Por ejemplo, las salas de emergencia y las habitaciones de los hospitales a menudo tienen paredes o cortinas verdes, ya que este color evoca una sensación de tranquilidad. Ciertos restaurantes y cadenas de comida rápida optan por paletas de color basadas en un rojo intenso como estrategia sutil de mercadotecnia. El rojo atrae la atención, estimula el apetito e induce a comer. Las salas de conferencias a menudo se decoran con tonos cálidos y terrosos, como marrón y naranja, ya que promueven la conexión social. El blanco por ejemplo denota inocencia, limpieza y pureza. Combinado con una doble altura emana un aura de bienvenida en oposición al efecto claustrofóbico de los espacios oscuros o pequeños.
Sin duda estos aspectos psicológicos del diseño y la arquitectura no pueden pasarse por alto, hay una relación intrínseca entre nuestro pensamiento y el espacio que nos rodea. Como dijo Winston Churchill, «damos forma a nuestros edificios, y luego los edificios nos dan forma a nosotros».
El ejercicio creativo de diseñar espacios para ser habitados consiste en descubrir complejas capas de los ideales, aspiraciones y motivaciones humanas.
En AQSO, diseñamos una arquitectura que conecta emocionalmente, y tratamos de contribuir con nuestros espacios a una transformación vital y positiva.