Como profesionales, entendemos que la búsqueda proactiva de soluciones arquitectónicas requiere un enfoque que englobe a varias disciplinas. Es la confluencia de los diversos campos que optimizan la función, la estética y la integridad estructural de un proyecto donde se encuentra el equilibrio entre todas las variables.
La redacción del proyecto arquitectónico es un proceso meticuloso que requiere a la vez espontaneidad creativa y precisión. Por ello no se trata simplemente de contar con especialistas que trabajen en los diferentes aspectos del proyecto -lo que se conoce como enfoque multidisciplinario– sino que el equipo debe aportar ideas e implicarse en todos los aspectos del proceso, incluso fuera de su campo de especialización. Este tipo de enfoque dinámico es fundamental para crear una arquitectura globalmente competitiva, sostenible e innovadora.
La arquitectura se suele considerar como una disciplina especializada, lo que implica un método científico y un conocimiento técnico, sin embargo, este acercamiento racional deber estar también al servicio de la creatividad, el ingenio y la experimentación.
La especialización de cada área del proyecto, en la medida en la que recae en personas diferentes que no salen de su campo, normalmente dificulta el surgimiento de soluciones nuevas. Concentrar el control de una especialidad en diferentes personas tiene sus ventajas, sin embargo, genera una mentalidad fija y una relación de autoridad entre las partes del equipo que queda intrincada con una forma de pensar convencional donde no caben avances más radicales. El enfoque interdisciplinar por el contrario, inspira una mentalidad de crecimiento y reto, donde cada experto debe aprender del resto, y es en ese clima de curiosidad y motivación donde surge una arquitectura capaz de redefinir y plantear nuevas forma de vida.
Creemos en los equipos interfuncionales compuestos por expertos en diversos campos que trabajan de manera proactiva, por eso valoramos la importancia de la colaboración interpersonal y desafiamos los dogmas y las soluciones convencionales. Esto genera una actitud enfocada a la solución del problema, que nuestros clientes perciben y valoran.
La arquitectura es una combinación perfecta de diversos campos de conocimiento. Historia, sociología, filosofía, diseño, teoría, expresión gráfica, tecnología o construcción deben combinarse para ofrecer soluciones a todas las escalas. Desde los criterios de una planificación urbana hasta la selección de los materiales, un equipo interdisciplinar debe conocer los detalles del contexto, la normativa, los aspectos culturales o los objetivos de sostenibilidad.
Por ejemplo, si el enfoque se centra en un solo aspecto como la integridad estructural, es posible que la estética y funcionalidad se vean comprometidas. O si una solución solo responde a criterios artísticos, pero no tiene en cuenta aspectos económicos o sociales, el proyecto puede ser inviable.
Como arquitectos creativos, nuestro objetivo es mantener el equilibrio adecuado entre pragmatismo e innovación. Nuestro proceso de generación de ideas incluye contemplar las opciones desde un punto de vista libre de prejuicios para llegar después a un resultado deductivo. Cambiamos continuamente de una escala macro al micro detalle para valorar diferentes ángulos y perspectivas.
Esta forma de gestión ágil nos permite convertirnos en socios proactivos del proyecto capaces de entrelazar diferentes campos para buscar soluciones en un terreno común. La respuesta se encuentra cuando los especialistas trabajan juntos de forma creativa y analítica.