Como arquitectos, tenemos la responsabilidad social de promover el equilibrio ambiental. Para luchar contra los efectos del cambio climático, debemos reducir significativamente el consumo de energía en los edificios, lo que significa proyectar arquitectura con criterios de sostenibilidad.
Apostamos por la innovación. Combinamos un acercamiento creativo con una constante curiosidad sobre las últimas tendencias en arquitectura sostenible. Siempre estamos explorando estrategias viables para incorporar materiales naturales y de origen local en nuestra arquitectura.
HempCrete
HempCrete es un material innovador basado en la combinación de cemento y cáñamo. Las fibras leñosas internas del cáñamo se mezclan con cal para formar una especie de bloques de hormigón liguero. Este material tiene una gran eficiencia energética y además reduce los recursos necesarios para la manipulación y el transporte. El HempCrete tiene una gran resistencia al fuego, repele a los insectos y roedores y además se puede utilizar como un aislamiento en muros con cámara de aire. El cáñamo en sí es una planta que crece rápido y es renovable, lo que hace del HempCrete un material de construcción verde en todos los sentidos.
Fardos de paja
Aunque la caña seca ha sido un material de construcción tradicional desde hace siglos, en la actualidad su uso se ha extendido como sustituto sostenible de ciertos sistemas modernos de construcción. Los fardos de paja son fácilmente disponibles y abundantes, lo que los convierte en una opción económica de bajo coste. Este material se puede mezclar con estuco y yeso para formar un compuesto con interesantes cualidades ignífugas. Combinado con arcilla en ambos lados, puede proporcionar una resistencia al fuego de hasta 90 minutos. Además su alto coeficiente térmico, en torno al R1.5 / 25mm lo convierte en un material de alto aislamiento tanto para clima cálido como frío. Los fardos de paja pesan un promedio de 32 kg y se pueden reciclar al final de su ciclo con un impacto ambiental mínimo.
Micelio
Los materiales biodegradables son la base de la innovación en los productos de construcción ecológicos. El micelio es una bacteria que se encuentra en organismos en descomposición como setas, hongos y troncos de árboles. Se moldea según la forma deseada, se cura en un horno caliente y luego se seca al aire en un par de días. También se puede combinar con materiales naturales como paja para formar compuestos. La mayoría de los aislantes que se utilizan en los muros no son biodegradables y, lo que es peor, algunos de ellos como el amianto han demostrado ser altamente perjudiciales para la salud. Este aislante para muros vanguardista y biodegradable resulta ser muy útil en proyectos que exigen adaptación y reutilización de recursos.
Bambú
El bambú es un material de construcción verde que además cuenta con certificación LEED. Reduce las emisiones de carbono al absorber los gases de efecto invernadero y proporcionar un 35% más de oxígeno. La resistencia a la tracción del bambú hace que se pueda utilizar como una alternativa a los sistemas de sustentación convencionales e incluso las estructuras de hormigón armado. El bambú, donde se produce localmente, evita la erosión y puede utilizarse para construir edificaciones resistentes a los desastres naturales. El bambú también se puede desmantelar fácilmente y así ser recuperado y reciclado para otros usos. Este recurso renovable y de rápido crecimiento es biodegradable, por lo que al contrario que los materiales plásticos, se descompone fácilmente con el tiempo.
Acero reciclado
El acero es uno de los materiales más reciclables del mundo. Como producto de desecho al demoler una construcción, es sencillo de segregar y recolectar para su reutilización. Una vez procesado, el acero reciclado se funde, se purifica, y se solidifica de nuevo listo para transportarse y utilizarse. Este ciclo de procesado de reciclaje del metal puede reanudarse y repetirse continuamente. El reciclado infinito de acero reduce el consumo de energía en un 55%, ayudando a disminuir los costes ambientales y de producción significativamente. Sus cualidades inalterables de resistencia y durabilidad lo hacen muy atractivo para su uso en estructuras complejas y diseños paramétricos.
El impacto ambiental de los materiales de construcción contribuye en buena parte a las emisiones de carbono del mundo. Desde las decisiones iniciales del proyecto se pueden tomar medidas para proteger nuestros recursos naturales mediante el uso de materiales ecológicos que supongan una emisión reducida.
La sostenibilidad es eficiencia. En nuestra labor como arquitectos, somos conscientes de hacer más con menos.