Los mercados funcionan de manera simple: diseñamos y construimos productos que satisfacen las demandas de nuestra sociedad.
En esta era definida por el acceso a la información, los usuarios son más conscientes de lo que necesitan y desean. La sostenibilidad, la flexibilidad y la creación de valor son requisitos comunes en cualquier programa estratégico de un proyecto nuevo.
La experimentación es la mejor manera de responder a esta demanda.
Investigación y desarrollo
El diseño arquitectónico se basa por lo común en una necesidad específica para un usuario particular y dentro de un contexto determinado. La respuesta es producto de una investigación constante, la búsqueda de una oportunidad de explorar nuevas realidades y descubrir situaciones inesperadas.
La noción de I+D en arquitectura es un aspecto inherente a este proceso creativo, que a veces se traduce en una reducción de costes, la sorprendente durabilidad de una nueva combinación de materiales, la reducción del impacto ambiental, un cambio en la percepción de un espacio, la eficacia de un sistema estructural, o muchos otros aspectos del diseño.
Nuestro método toma las normas actuales de la industria de la arquitectura como referencia, pero siempre intentamos romper barreras y crear nuevos paradigmas mediante la formulación de una hipótesis que se probará varias veces a través de un proceso de ensayo y error. Dependiendo de los resultados, nuestra teoría podrá ser confirmada, modificada o descartada, estableciendo nuevos puntos de partida para el desarrollo del proyecto.