Las últimas tecnologías de ingeniería de materiales allanan continuamente el camino para la fabricación de materiales sintéticos. Los acabados de construcción tradicionales en base a materiales orgánicos y de superficies naturales se reemplazan cada vez más con materiales compuestos, plásticos y resinas.
Sin embargo, las especificaciones formales de un edificio, particularmente en la fachada misma, influyen directamente en cómo los usuarios perciben el carácter y la función del edificio. Los materiales artificiales y sintéticos emiten un aura de imitación y estética falsificada en oposición a los atributos de calidad de los materiales naturales.
Abogamos por el uso de materiales auténticos para articular la función y la forma del edificio en la medida de lo posible. La clave de la sostenibilidad global radica en aspectos medioambientales, sociales y económicos, por lo que la industria de la arquitectura, la ingeniería y la construcción utiliza los avances tecnológicos para producir edificios más ecológicos.
Aunque aparentemente rentable a primera vista, ya que la combinación de dos materiales híbridos puede dar lugar a un tercero superior, los materiales compuestos suponen también un coste de mano de obra, materia prima y maquinaria que va desde las técnicas de fabricación a los métodos de colocación.
Por ejemplo, mediante fabricación industrial, la madera laminada se crea comprimiendo y curando varias capas con calor. La capa inferior, compuesta de papel marrón o kraft impregnado con resina termoplástica fenólica, está confeccionada con una segunda capa decorativa y rematada con una resina de melamina transparente. Este sistema crea un material más fuerte con unas propiedades excelentes que van más allá de la apariencia externa de la superficie o acabado. El contrachapado, por el contrario, suele estar formado por capas más delgadas de unos 3 mm de grosor, unidas a paneles conglomerados o a tableros de fibra de densidad media y respaldos fenólicos mediante una resina de cola alifática. El propósito de esta técnica es crear una imitación, aunque se utilicen también tiras delgadas de chapa de madera para cubrir los cantos expuestos.
El mismo principio de fabricación compuesta de materiales se aplica a muchos otros elementos tales como yesos laminados, hormigón, paneles sándwich, cerámicas, etc.
A la hora de sopesar los pros y los contras de los materiales naturales respecto a los sintéticos, el costo de estos últimos no siempre es proporcional a su valor funcional, estético y estructural. Los materiales simples y austeros de la naturaleza, cuyo tratamiento requiere de escasa maquinaria y mano de obra se pueden transformarse en una combinación de diseño atractivo, sincero e incluso lujoso si se ensalzan de forma adecuada sus propiedades orgánicas, atributos y composiciones.
En lugar de utilizar elementos de construcción con acabados de imitación, creemos que la especificación de superficies auténticas y materiales honestos da lugar a espacios más ecológicos y sostenibles. Merece la pena analizar, investigar y explorar todas las posibilidades que proporcionan los materiales compuestos sin dejar de lado las propiedades de los materiales orgánicos, de esta manera se mejora la articulación de elementos reciclados y biodegradables al incorporarlos en un entorno natural.
La integración de productos de construcción de origen local y respetuosos con el medio ambiente en nuestros edificios proporcionan una riqueza que se suma a la fuerza y sostenibilidad de una arquitectura de calidad, algo que nunca se podrá lograr mediante imitaciones.