El urbanismo moderno engloba varias disciplinas que van más allá de cuestiones arquitectónicas y sociológicas. A menudo la normativa que condiciona el desarrollo urbano se basa factores políticos y económicos. En este contexto complejo donde el futuro de las zonas urbanas es cada vez más difícil de predecir, ¿pueden las normas acomodar espacio para la participación ciudadana? ¿Puede un planeamiento urbano orquestado desde arriba garantizar ciudades flexibles y adaptables?
Estas y otras cuestiones fueron planteadas el pasado 17 de junio durante el ciclo de conferencias Hutópolis, un evento organizado en colaboración con el Instituto Italiano de Cultura que tuvo lugar en la Embajada de Italia en Beijing, China.
Dos casos concretos en Hong Kong y Beijing sirvieron como punto de partida del debate posterior que contó con la presencia de Matthew Hu, jefe de desarrollo de la Price’s Charities Foundation en China, y el equipo de Hutópolis, representado por Eugenia Murialdo y Luis Aguirre.
Toby Wong, arquitecto de la Autoridad del Distrito Cultural West Kowloon de Hong Kong, presentó una visión global del ambicioso plan creado por el gobierno de Hong Kong para el desarrollo de este centro cultural de la ciudad. El proyecto prentende establecer las bases de una de las mayores zonas urbanas dedicadas a la cultura, el arte, la educación y el espacio público. Con el fin de tener en cuenta el punto de vista del público, se creó un sistema consultivo capaz de valorar el proyecto y las funciones del organismo público.
Por su parte, Jian Cen, miembro del equipo a cargo del Proyecto Dashilar en Beijing, explicó algunas de las iniciativas de revitalización y conservación llevadas a cabo en esta zona de la ciudad tradicional. El programa de intervenciones a largo plazo comenzó en 2013 con el apoyo de la Beijing Design Week.