La alta calidad sonora de los anfiteatros clásicos sentó la base de los principios acústicos de los auditorios contemporáneos. Las nuevas tecnologías permiten un estudio pormenorizado del diseño acústico. Por ejemplo, la geometría del auditorio puede adaptarse al tipo de arte escénica con elementos móviles.
Las tipologías de auditorios son muy variadas, desde las salas de ópera a los teatros flexibles, cada espacio una requiere unas condiciones únicas. El volumen y la forma del auditorio tienen una relación directa con las necesidades acústicas, particularmente en cuanto al tiempo de reverberación del sonido.
Ciertos espacios multiuso tienen que poder modificarse para funcionar tanto como salas de conciertos, teatros musicales o auditorios para espectáculos acústicos en vivo, por lo que deben configurarse explícitamente con divisiones que permitan alterar el volumen y tener unas condiciones acústicas variables capaces de adaptarse a diferentes tipos de rendimiento. La acústica deficiente en un auditorio da lugar a cacofonías con sonidos y conversaciones ininteligibles. Estos problemas también pueden producir un efecto de oclusión sonora donde el público percibe una versión de eco hueco de su propia voz.
La acústica del auditorio funciona como una combinación equilibrada entre absorción y difusión. La pared posterior del espacio debe tratarse con materiales absorbentes para reducir la reverberación excesiva, mientras que un exceso de absorción puede eliminar el ambiente envolvente que se pretende en las salas de conciertos. Para contrarrestar este efecto, las paredes laterales se tratan con materiales difusivos, lo que dispersará los sonidos sobrantes, reducirá el eco de caídas desde las paredes paralelas y mantendrá una reverberación de sonido adecuada.
Los sistemas acústicos modernos de última generación ofrecen una increíble precisión que permite atribuir unas cualidades sonoras a salas con geometrías de bajo rendimiento, como puede ser un simple paralelepípedo. Esta forma de habitación larga, alta y estrecha proporciona reflejos laterales inmediatos que acentúan el efecto de reverberación envolvente del sonido. A través de estudiadas superficies reflectantes en ambos lados del espacio se pueden aumentar las reflexiones laterales y optimizar la calidad del sonido.
Los materiales empleados en los techos deben ser acústicamente duros y convexos para proporcionar reflexiones de sonido. Los reflectores acústicos son paneles suspendidos que tienen un ángulo estratégico para reflejar las ondas en la parte posterior. La madera de teca con acabado mate y los paneles de fibra son materiales con excelentes cualidades, su naturaleza reflectante permite inducir la amplitud del sonido y por eso suelen formar parte de los techos acústicos.
Los coeficientes de absorción de los asientos contribuyen también significativamente a la acústica del auditorio. Los parámetros acústicos incluyen la densidad de las espumas que absorben el sonido, la calidad del tejido de la tapicería, los orificios de ventilación y la estructura del asiento.
La combinación de estas estrategias permiten diseñar espacios funcionales, contemporáneos y flexibles. La arquitectura es siempre un equilibrio entre forma y función. Cuando la técnica y la creatividad se unen, el resultado es una arquitectura de calidad única.