El cerramiento acristalado está formado por un vidrio de doble capa de suelo a techo con protección solar. En el exterior las lamas ofrecen una segunda protección contra el sol y las tormentas de arena.
Los acabados interiores ayudan a reforzar la sensación ingrávida de la torre. El falso techo, formado por piezas modulares, reduce su canto en el encuentro con la envolvente de cristal, de forma que los forjados parecen más delgados.
El sistema de acondicionamiento térmico está situado en la parte inferior del acristalamiento, y consiste en unas rejillas alrededor de su perímetro.