La forma más característica del edificio está definida por la silueta de los forjados. Estos planos horizontales recortados de forma irregular y con esquinas redondeadas se agrupan en cinco montones.
El resultado de esta composición es un edificio disperso, lleno de espacios intersticiales que sirven como patios.
La unión entre los volúmenes se realiza mediante puentes. De forma aleatoria los forjados se extienden para conectar con el edificio adyacente, dando lugar a una composición orgánica y fluida.