En un contexto arquitectónico, un podio es una plataforma o base elevada sobre la que se construye una estructura. Los podios se utilizan a menudo en el diseño de edificios para crear una jerarquía visual y distinguir entre distintas áreas funcionales.
En algunos casos, el podio sirve de base a un edificio y la estructura se eleva a partir de él. El podio puede contener servicios como aparcamientos, locales comerciales u otras zonas públicas. En otros casos, el podio se utiliza para elevar una parte del edificio por encima de la rasante circundante, creando un punto focal visual o proporcionando espacio funcional adicional.
Los podios suelen incluir elementos como jardines, fuentes u otros elementos de diseño que mejoran la estética general del edificio.
Además de servir de base para un edificio, los podios también pueden utilizarse como elemento arquitectónico independiente. Por ejemplo, un podio puede utilizarse para crear un escenario o plataforma para actos públicos, o para proporcionar una zona de asientos elevada para ver espectáculos deportivos o de otro tipo.